After a few days in Los Angeles we set off for Palm Springs to relax, rest and re-charge our batteries to continue with our route around the US. We found the most beautiful oasis in the middle of the desert, The Parker Palm Springs.
This iconic hotel is practically a work of art in itself, it was designed by Jonathan Adler in 2004 and it is impossible not to take any photos of it. If you follow us on instagram, you will know that our house is full of his decorative pieces. Visiting one of his shops when we are in the US is a must for us.
It was so hot when we visited Palm Springs that our only desire was to always have a glass full of lemonade, go to the pool and enjoy the relaxing atmosphere and the good vibes.
If paradise exists it must be similar to its infinity beds, pools, delicious lemonade and Jonathan Adler’s pieces.
Después de unos días en Los Ángeles nos dirigimos a Palm Springs para pasar unos días de desconexión, descansar y coger fuerzas para continuar con nuestra ruta por EE.UU. En mitad del desierto encontramos un oasis perfecto, The Parker Palm Springs. Este icónico hotel es casi una obra de arte en sí, fue rediseñado por Jonathan Adler en 2004 y es imposible dejar de hacer fotos. Además si nos seguís en instagram, ya sabéis que tenemos la casa llena de sus piezas de decoración, es una tentación visitar alguna de sus tiendas cuando viajamos a Estados Unidos.
Hacía tanto calor cuando visitamos Palm Springs que nuestra única preocupación allí era tener el vaso de limonada siempre lleno, ir a la piscina y disfrutar de ese ambiente de relax y de las buenas vibraciones que se respiraban por todo el hotel. Si existe el paraíso debe parecerse a esto: camas infitinas, piscinas, limonada deliciosa y piezas de Jonathan Adler.